Cinco consejos para reducir tu huella de carbono estas Navidades
La Navidad está a la vuelta de la esquina, y este año serán unas Fiestas totalmente distintas a lo que estábamos acostumbrados por motivos obvios. Históricamente, la Navidad ha sido una de las épocas del año donde más gastamos y, por ende, más contaminamos.
Según un estudio hecho por Deloitte, el año pasado las familias españolas pensaban destinar 554 euros a la Navidad: entre los regalos (con 238 euros de media); comida (173 euros), ocio (79 euros) y viajes (64). Entre la iluminación de las calles, las grandes comidas y los regalos que compramos, durante la Navidad producimos un 5,5% del dióxido de carbono (CO2) producido todo el año. Podría parecer que la crisis de la COVID-19 ha frenado las emisiones de CO2 de las actividades humanas, y a principios de año parecía ser así, pero durante la segunda mitad del año hemos experimentado un repunte que no parece minvar durante estas Fiestas.
Para los que no estén familiarizados con el término, el CO2 es un gas producido naturalmente cuando respiramos, por la descomposición orgánica, incendios forestales, erupciones volcánicas… y necesario para la fotosíntesis de las plantas. El ciclo natural del CO2 ha existido y funcionado durante miles de años, pero el problema al que nos enfrentamos es que este equilibrio se ha roto cuando el ser humano ha incrementado en exceso estos gases, contribuyendo así al conocido efecto invernadero.
EL AUMENTO DE EMISIONES DE CO2 Y SUS CONSECUENCIAS
Evidentemente, este aumento del CO2 en nuestro sistema está afectando a sistemas esenciales para la vida, desde las cimas de las montañas hasta las profundidades de los océanos, lo que provoca una aceleración del aumento del nivel del mar; a la vez, entraña una sucesión de efectos en cadena para los ecosistemas y la seguridad de las personas.
A corto plazo, ya estamos siendo testigos de cómo los glaciares y los mantos de hielo de todo el mundo están perdiendo masa a cada minuto que pasa. De hecho, entre 1979 y 2018 la extensión de hielo marino en el Ártico se ha reducido en todos y cada uno de los meses del año, no solo en verano.
Además, también estamos siendo testigos de un aumento de incendios forestales devastadores, como los de California, Australia o Portugal de este año; o el brusco deshielo del permafrost, así como los cambios en la hidrología del Ártico y las montañas, que han modificado la frecuencia y la intensidad de las perturbaciones que sufren los ecosistemas.
Por otro lado, la destrucción y alteración de la naturaleza debido al creciente impacto humano sobre los ecosistemas y la vida salvaje, combinado con el cambio climático, está debilitando los ecosistemas naturales y facilitando el contacto entre humanos y especies salvajes. Esto ha favorecido mucho la propagación de patógenos de animales a humanos, aumentando así el riesgo de contacto y transmisión al ser humano con los consiguientes efectos negativos sobre nuestra salud. El Coronavirus es, quizás, el mejor ejemplo de esta realidad.
Los expertos coinciden en que el aumento de la temperatura puede tener graves consecuencias que afectarán la totalidad del Planeta derivadas del aumento de la temperatura global, como más sequías y olas de calor; o cambios en los patrones de precipitación. Estos cambios climáticos pueden ser incluso motivo de guerras entre pueblos o grandes migraciones de personas, los llamados refugiados ambientales.
¿TIENES DUDAS SOBRE CÓMO REDUCIR LA HUELLA DE CO2 DE ESTAS NAVIDADES?
Las consecuencias de nuestras emisiones de CO2 y el calentamiento global pueden ser muy graves si no empezamos a tomar acción desde ya. Por eso, este año te proponemos seguir unas Fiestas más sostenibles siguiendo algunos de estos consejos:
Escoge un regalo que dure: puede ser tentador entrar en pánico y acabar comprando regalos que acaben siendo desechados o sin usar. Intenta hacer un regalo con valor, propósito y significado.
Compra local: dale un poco de amor a las tiendas y mercados locales estas Navidades. ¡Este año te necesitan especialmente! Además de apoyar a empresas independientes, es probable que encuentres productos especiales que no podrías encontrar en ningún otro lugar. Si te preguntas cómo contribuirás a emitir menos CO2, la respuesta es muy sencilla: desplázate a esas tiendas a pie o en bicicleta, así reducirás tu huella de CO2.
Opta por regalos y decoraciones artesanales: otra manera de ayudar al medio ambiente, y de ahorrar algo de dinero en el proceso, es hacer tus propios regalos. Hornea, cose, pinta… ¡y sé creativo para dar un producto hecho con todo el #amor posible!
Busca distintivos y certificaciones creíbles: Si no eres “manitas” y prefieres comprar tus regalos, hazlo con cabeza y busca siempre las certificaciones ecológicas de los productos, o la certificación B Corp de las empresas donde compras. Porque con cada compra que hacemos decidimos en qué mundo queremos vivir y a qué compañías apoyamos, te recomendamos que des apoyo en los buenos productos y las buenas empresas. Además, en la app de Mitto encontrarás la sección Descubrir, una selección de marcas sostenibles para coger ideas de regalo sostenibles.
Compra con Mitto y convierte todas tus compras en gastos neutros en carbono. Mitto calcula por ti el CO2 de tus compras y lo compensa apoyando proyectos de compensación de CO2, como por ejemplo proyectos de reforestación. Puedes descargar la app aquí.
¡Y no olvides compartir esta información con amigos para fomentar compras con un impacto positivo! Nadie es perfecto, y cada elección de compra que hacemos tiene un impacto: es tu elección decidir el tipo de impacto que puede tener.
Esta artículo está escrito por Maria Zapater, Communication Manager de Mitto Card, la aplicación vinculada a una tarjeta que te permite gestionar tu dinero de manera responsable y sostenible por un planeta sano.