Manifiesto del Círculo de Impacto B

Alguien muy sabio dijo una vez que una acción que se repite crea un hábito. Que un hábito que se repite moldea un carácter. Y que es nuestro carácter el que determina nuestro destino.

Somos líderes empresariales con un largo recorrido. Hemos transitado un arduo camino para llegar hasta aquí. Pero hoy nos reunimos como personas. Personas en posiciones de liderazgo que han comprendido que nuestro modelo económico actual ha llegado a su límite. 

En los últimos siglos, la economía ha crecido de manera exponencial, llevando bienestar y progreso a millones de personas. Pero lo ha hecho a costa del medio ambiente y de las comunidades con menos recursos. Hoy hay en el mundo menos guerras, menos hambre y mayor esperanza de vida que en ningún otro momento de la historia. Sin embargo, las desigualdades sociales son más acuciadas que nunca y la crisis ambiental, económica y social amenaza con acabar con la vida tal y como la conocemos. Ha llegado el momento de actuar, y desde las empresas, tenemos mucho por hacer al respecto.

Las empresas producen el 82% de la riqueza mundial y son en gran medida responsables del colapso que el sistema está viviendo. Es imposible pensar en una transformación real que no pase por transformarlas a ellas. Desde el lugar estratégico que ocupamos en el panorama empresarial español, nos proponemos impulsar este cambio desde el ejemplo. Nuestro compromiso con el impacto debe ser incondicional para demostrar con acciones que el cambio es posible. Y no sólo que es posible, sino que resulta innegociable. La ciudadanía ya ha comprendido que no podemos seguir produciendo y consumiendo como hasta ahora, y desde las empresas debemos atender estas preocupaciones, que son y deben ser también las nuestras. 

Debemos protagonizar apuestas empresariales cuyo impacto beneficie a las personas y al planeta y ayudar a visibilizar las decisiones valientes que tomemos en esta dirección, para inspirar a muchos otros a hacer lo mismo. Debemos contribuir a la concienciación a tres niveles: la ciudadanía, los líderes empresariales y las personas que se están formando para serlo. Debemos comprometernos a potenciar la creación de un marco legal y de políticas públicas que premie a todos aquellos que estén alineados con este compromiso.

Cada uno de nosotros ocupa una posición clave en la tarea de convertirnos en multiplicadores de este cambio. Pero sabemos que la fuerza de todos es mucho mayor que la de cada uno. Es por eso que nos hemos reunido en este círculo de impacto.

Para recordarnos unos a otros hacia dónde queremos avanzar, para ayudarnos en los momentos en que no sepamos cómo hacerlo. Para poner en común las ideas acerca de cómo sortear los obstáculos que inevitablemente irán apareciendo, y que no siempre sabremos cómo superar. Para equivocarnos y aprender juntos. Y para, a su debido tiempo y a través de nuestras acciones, inspirar a otros a que se unan a nuestro esfuerzo.

Hoy estamos frente a la página en blanco. Debemos empezar a escribir una historia nueva. Y las historias se escriben con acciones, no con declaraciones.

Acciones que, a fuerza de repetirse, se transforman en hábitos. Hábitos que, con el tiempo, moldearán un carácter -empresarial y personal- que será capaz de transformar nuestro destino.

A eso es a lo que nos comprometemos. Eso es lo que haremos.