P. Pólvora (Teterum): “Ser emprendedora es lo más duro y lo mejor que me ha pasado”

La energía y el compromiso es lo que llevaron a Patricia Pólvora a fundar Teterum, una marca de tés e infusiones sostenibles que contribuye a la ocupación laboral de personas en riesgo de exclusión social y promueve un trabajo inclusivo y colaborativo.

Sobre Teterum

Teterum se crea en diciembre 2013 como una marca de té que pretende generar un beneficio social y ambiental. ¿Por qué el té y por qué este modelo de negocio?

Porque en ese momento tenía personalmente una necesidad importante de hacer algo por el mundo. Había estado en Haiti en 2010 cuando tuvo lugar la catástrofe natural y había visto como el dinero de todas las donaciones se bien-usaba, y se mal-usaba, acabando en sitios en los que no tenía que ir y beneficiando a quienes no tenía que beneficiar. Entonces me di cuenta que la RSC, ejecutada por las empresas que no es su core, era complicada cuando las distancias eran largas, cuando se pierde el control. Es por eso que me planteé cómo podía asegurar, con mi propia iniciativa, que la inversión acabara a donde estaba destinada. Era necesario hacer algo local, algo que se pudiera trazar fácilmente. Crear un producto que casi pudieras “tocar” entre producción, beneficiado y beneficiario. Como “un puente”.

A raíz de eso empecé a ver qué faltaba en España y viniendo de Suecia, un país de mucho consumo de té, me pareció que el té podía ser un producto adecuado del que partir. Especialmente viendo en mi benchmark que su consumo crecía un 13% en España, que no había ningúna marca fuerte y que era un producto sin muchas dificultades de transportar ni almacenar.

A la misma vez, había conocido el entorno de los centros laborales de integración y me parecía que hacían trabajos muy monótonos, casi para “entretener” más que potenciar el “don” de cada persona, como se haría en una empresa “normal”, por lo que entré en dialogo con estos centros para ver qué les faltaba. Y todos me decían lo mismo “un trabajo que te haga sentirte orgulloso, que te haga reir, que te haga crecer”. Y así nació Teterum: de la necesidad de una emprendedora, de la posibilidad de un mercado y la necesidad de las personas de crecer.

¿Qué fue lo más difícil de los primeros pasos de Teterum?

Crear algo cuando nunca habías creado nada desde 0. ¿Por dónde empiezas? Haces un plan pero no sabes si es realista, diseñas un producto pero no sabes si es real, y todo sin dinero o muy poco. Es fácil probar un producto en el mercado cuando tienen inversión, pero es muy difícil cuando hasta la compra de una URL te parece caro. Cuando todo sale de tu bolsillo y sabes que en poco tiempo tienes que rentabilizar eso porque no es infinto tu bolsillo. Saber con qué organizaciones hablar, entender cómo funciona tu ámbito, qué certificados necesitas y ponerle estructura a todo. La presión de “vender” está presente en cada minuto y tienes que saber elergir en qué pones tu tiempo.

Somos lo que hacemos, dicen, y Teterum no sólo vende té, sinó que permite ocupar a personas con discapacidad.

¿Qué retos ha supuesto este propósito?

Que no siempre puedes cumplir con las expectativas de la gente y de tus clientes a nivel de tiempos. “Lo quiero para mañana” no sirve en nuestro mundo: hay que preparar a los chicos para la tarea que tienen que hacer, hay que preparar bien el material, los flows de trabajo y el tema “psicológico” es más presente. Cómo se les explican las producciones y cómo los animas y les das motivación para ejecutar la tarea. Tampoco puedes estar haciendo muchos cambios con frecuencia. Si les has explicado que se pega una etiqueta azul al borde de una bolsa, no puedes de un día al otro, cambiar de color a esa etiqueta, o de sitio. Por eso, cuando empezamos a trabajar con un cliente, siempre explicamos que tenemos que cerrar bien la producción en los tiempos y en diseño para no hacer cambios a posteriori que desconcentran el trabajo de los chicos. Esto sería lo normal en cualquier situación, pero como nos hemos acostumbrado a los cambios en cualquier empresa, estamos también acostumbrados a pedirlos de la misma manera.

El segundo reto ha sido detectar el “don” de cada persona. Llevan tanto tiempo sabiendo que “tienen una discapacidad” y que, por eso, la sociedad ha decidido que no pueden tener un trabajo como su hermano, que cuesta mucho encontrar el don que tienen en su interior. Pero hay algo en el té que despierta los 5 sentidos por el tacto, el aroma, el color…y eso nos ha hecho descubrir quién es cada persona. Hay personas que son fabulosas para liderar la cadena de producción, hay personas que se lo pasan bomba poniendo etiquetas porque les encanta la perfección, y así…

Sobre ti, Patricia Pólvora

Del departamento de Marketing y Comunicación en Ericsson en Suecia, pasando por consultora de Mensajería Digital, a Teterum en Barcelona. ¿Qué pasó y cómo ha cambiado tu vida desde entonces?

El famoso “confortzone”. Cuando te despiertas por las mañanas y ya no sientes el cosquilleo del estómago — eso que te hace saltar de la cama y que todo te parezca fácil — cuando notas que no avanzas como persona, cuando me pasa eso sé que tengo que hacer un cambio para no quedarme estancada. Es muy cómodo quedarse allí y muy fácil seguir en ese tren. Cambiar de un puesto “fijo” a ser emprendedora es venir de un mundo a otro.

Se trata de un mundo nuevo, un mundo que no conocía y que me causaba miedo y cosquilleo de aventurera al mismo tiempo. Con él, pasé de tener vacaciones “de verdad” a tener vacaciones en las que el ordenador y el teléfono me acompañan hasta la playa más paradisíaca. El mundo del emprendedor supone nunca estar desconectada, no poderte enfermar, y si enfermas no acabar la recuperación porque tienes que estar.

Pero también te propone la flexibilidad de poder dejar en casa a tu hijo hasta el año y medio, porque aprendes a trabajar entre tomas de leche y siestas; de poderte ir de vacaciones cuando quieras, trabajar desde Londres, desde Vietnam o Sri Lanka; de levantarte cuando necesitas y no por orden de un horario; de poder quedarte en casa con tu hijo enfermo en vez de contratar niñera. La flexibilidad que te da ser emprendedora, no se puede comparar con la poca flexibilidad de un mundo como empleada.

Por otro lado, los marrones y las decisiones las tomas tú. Estas más sola que la una: cuando el viento sopla y hay que pagar nóminas, quien lo tiene que solucionar eres tú y ya no hay reloj que marque la noche; se trabaja hasta que no se pueda más para solventar los problemas. La realidad es más dinámica para bien y para mal y la inseguridad de ingresar cada mes depende de ti y de cómo gestionas el tiempo. Cuando has trabajado para tu cuenta, has aprendido otras cosas que no tenías en la mochila cuando eras empleada, pero también has podido aplicar mucho de lo aprendido como empleada en tu propia empresa. Se complementan.

Como madre, pienso que es lo mejor que me ha pasado: Lo mas duro y lo mejor. Mi hijo me ha visto la cara muchas más horas que si hubiera trabajado para otro, también es verdad que me ha visto al móvil mucho más y con un ordenador sobre la falta, mucho más de lo que hubiera sido el caso si hubiera seguido trabajando para una empresa como empleada. Es otra vida bastante diferente y estoy contenta de haberla elegido justo en este momento

¿Cuál es la mayor lección que te ha dado el hecho de crear y dirigir una empresa como Teterum?

Que la vida va de vivir tus sueños. Que no hay mejor trabajo hecho que aquel que hace aquella persona que cree en algo, que sueña con ese algo y que de allí nace la motivación, la pasión y la energía para tirar adelante un proyecto.

Que tienes que ser fiel a tus valores. A tus creencias. Que “el dinero no lo vale todo”: muchas veces tienes que tomar decisiones que van asociados a tus valores y no a lo que ingresas, y creer fielmente en que tu forma de “hacer empresa” tendrá beneficio a lo largo del tiempo porque las cosas que se hacen con transparencia, con honestidad, son las que permanecen en el tiempo.

¿Un consejo a futuros emprendedores?

Quisiera decir que con el sueño, alcanza, ¡lánzate! Pero con los años quisiera decir “Y con capital”. Montar una epresa es un negocio caro, hay muchos que han podido crear productos de éxitos con la nada pero hay muchos más que no lo han logrado por no tener la financiación. Internet no es gratis: ese mito lo tenemos que matar porque muchas veces nos lanzamos a ese canal con la idea de que nos va a sacar de pobres, pero es un canal que requiere capital. Capital en crear una web, en desarrollo, en mantener esa web, en apps, widgets, conecciones con bancos, en SEO, PPC, linkbuildning ,afiliados, newsletters…hay tantas herramientas online como “offline” por lo que cualquiera puede crear esa web, pero la clave es hacer que esa web sea vista, visitada y que genere ventas. Creo que hay que lanzarse a generar ese negocio si se tiene un sueño, pero también hay que dedicarle un poco de tiempo a excels, a pronósticos y a costes realistas sobre lo que cuesta levantar ese negocio.

Sobre vuestra vinculación con B Corp

Os certificasteis como B Corp en 2016. ¿Qué es lo que os llevó, a los tres años de vida de Teterum, a apostar por esta forma de ser empresa?

Yo siempre suelo decir que “ya éramos” B Corp sin saberlo. De hecho, creo que todas las B Corp ya lo son. El certificado fue una manera de dejar sobre el papel que estábamos trabajando en esa dirección. El proceso de certificación es duro en el sentido de que requiere muchas horas de rellenar papeles, excels y buscar la información que se requiere. Pero por cada paso, te das cuenta “si lo eres o no lo eres”. Las preguntas te parecen lógicas porque ya te lo has planteado, la información te incentiva a mejor en los puntos en los que te ves débil. Para nosotros fue una prueba mas de que estábamos trabajando en la dirección correcta.

Para ti, la comunidad B Corp representa…

El futuro. No veo como va a ser este mundo para mi hijo si quienes tenemos el poder de la economía a nivel mundial (el 52% de la economía mundial lo tienen las empresas), no nos involucramos para crear un mundo más sostenible que respete a las personas, al medioambiente…para mi las B Corp representan ese movimiento y querer ser buenos PARA el mundo. Y en él me siento “en casa”.

De entre las empresas B Corp que conoces, ¿hay alguna que es el espejo en el que miraros?

Es curioso, pero cuando hablo con alguien de una B Corp hay algo que me crea confianza. La forma de expresarse, la transparencia… “Todo su ser” es B Corp por defecto y por eso, cada B Corp es para mi un espejo en qué mirarse, porque estamos formados en el mismo molde, es como si tuviéramos un Gen en común, personas que tienen muy claro el concepto negocio, y a la misma vez cómo hacer de ese negocio un planeta mejor.

Cogiendo el futuro por los cuernos

Nos interesa escuchar tus ideas sobre…

El futuro de las empresas que buscan algo más que el beneficio económico

El camino está lleno de obstáculos: a nivel de inversión, a nivel administrativo, a nivel de valores… Pero somos como topos que seguimos escarbando: si no es por arriba, será por debajo, pero llegaremos a un futuro en el que no exista RSC, no exista el término “empresa social”; en el que toda empresa lo tenga tan integrado en su ADN que no habrá necesidad de este tipo de organizaciones. Llegaremos allí, y puede ser que ahora suene utópico, pero llegaremos.

El futuro de marcas de té como Teterum

Somos los primeros en España pero tengo esperanzas de que nos copien otros. Ojalá hayan más marcas que se involucren, eso haría del mundo del té un mundo mejor.

Cierras los ojos y ves…

Un mundo en el que no sea necesario demostrar trazabilidad con QR a plantaciones de café, ni haga falta fichas de información en las que estén todos los certificados, toda la información que demuestre que somos éticamente fiables… Un futuro en el que las empresas lo sean por defecto, y nosotros los consumidores confiemos al 100% en las marcas, y que si hay alguna que no haga las cosas bien, que se disculpe y abandone el juego, porque su corazón no le permita seguir adelante habiendo defraudado el mercado.

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